Esto se trata de una serie de tres cajas que hice con clara
intención maligna; tanto la decoración como el tratamiento de la madera
fueron cuidadosamente seleccionados para que estas cajas destilaran la
máxima malignidad posible.
El amable lector se estará
preguntando si tendrá algo lo suficientemente obscuro, tenebroso,
odioso, peligroso y o desagradable como para meter dentro de las mismas;
pues, salvo que tenga un ejemplar del necronomicón en la edición
escrita con sangre y encuadernada en piel humana, no.
Gracias a
los amigos de fotolibre he descubierto las bondades del formato raw y el
revelado digital, así que las fotos a partir de ahora van a ser, cuanto
menos, más pintorescas.
Datos técnicos:
Se trata de madera de pino, a la cual le hice una serie de perradas para que pareciera estar muy maltratada por la vida.
El acabado es a base de betún judaico, cera y aceite
No hay comentarios:
Publicar un comentario