Pues si, esto es una escultura, de hecho es la escultura más grande que hice hasta la fecha; se podría decir que es a tamaño natural si existieran los brujos de 90 centímetros.
Esta era una de las tallas que iba haciendo por los mercados el verano pasado para exhibirme un poco, que un buen día me dio por terminar.
De él se ha dicho de todo: que era un santo, un peregrino, un brujo, monje, demonio... por mi parte diría que tiene entidad física. Es de esas cosas que empiezas porque las tienes que hacer, y la haces porque molan las capas con capucha y los cayados, y si la capucha está vacía, mola más, pues le da un toque misterioso.
Las fotos tienen una calidad bastante mala (sobre todo ruido) pues las hice con mucha prisa e intenté corregir como pude una vez en casa.
Información técnica:
Madera de pino rojo (por eso los nudos) ligeramente teñida por zonas, y acabada con cera.
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